Al releer mi tesis” Personas en Situación de Calle y Derechos Humanos” , vino a mi mente los momentos que vivi .sin duda la nostalgia se apodero de mis recuerdos .
Las personas que dieron sus testimonios, los días que había que leer a Marx, Hursell, Kisnerman, Hubner y compañía ,las transcripciones de esas enormes entrevistas, los problemas que surgieron al saber que mi guía ya no seguía en la investigación… La palabra Derechos humanos, personas de la calle estaba tan internalizaba en mi vocabulario, que cada evento o situación que escucha tal palabra me hacia poner atención, sabiendo que me serviría para mi investigación. Después de terminar la lectura un poco emocionada por el resultado final, empecé a darme cuenta todo lo que me entrega mi carrera , sabiendo aún qué, para muchos es insignificante ,y poca cosa, pero para mi es riquísima, no exisistiendo en el mercado otra que complete mis expectativas en torno a mi filosofía de vida como es el Trabajo Social. Feliz y segura por la decisión que tome, argumentando con certeza en un caso hipotético que si hubiese tenido la posibilidad de estudiar “carreras prestigiosas para la sociedad” jamás hubiera engañado mis dones y mi pasión por el servicio.
Empecé a tratar de retroceder el tiempo y tratar de dar respuesta, de donde había nacido este deseo por esta profesión, que posteriormente el paso por la universidad se transformo en mi pasión. Y la respuesta es una: La desigualdad en la sociedad. De niña que no entendía el por que muchos sufrían por no tener que comer y otros se pavoneaban en autos carísimos. Que culpa tenia ese niño de haber nacido pobre. Cada vez que iba al centro de concepción y veía en Maipú señoras, ancianas, niños pidiendo una moneda para comer, me entraba una angustia, e impotencia de no poder ayudarlos sobre todo me daba rabia con los adultos que pasaban por al lado, invisivilizando a estas personas.-
Lamentablemente la estratificación social existente en el país, representada a través de las clases sociales, refleja un nivel de desigualdad que resulta abismante debido a la gran brecha económica que separa a la clase más alta de la clase más baja. Mientras la primera tiene la fortuna de gozar del bienestar social y económico, la segunda (clase media hacia abajo), deben luchar contra un mundo que se les presenta adverso en todos los sentidos. Hoy en mi conciencia de adulta puedo entender el fenómeno de la desigualdad .Parece ser que la consolidación del poder económico, ya es un hecho consumado. Aquel excluye, marginaliza y mantiene en la pobreza extrema a gran parte de la población, por lo que se podría decir que atenta contra los derechos humanos de las personas que no pueden acceder al desarrollo
Sumando a esta gran desigualdad se ve el rol del Estado que ha reducido sus funciones y propiciado a los privados autonomía, generando así la presencia de las ONG’s (nacionales e internacionales o instituciones religiosas) Un enroque de roles. El Estado solo observa mientras los privados llenan sus arcas.
De niña pensé que la desigualdad se podía vencer si todos fuéramos solidarios, y diéramos una moneda o un alimento a los más pobres, como yo lo hacia .Pero sin duda que con esa acción solo mantendríamos la cultura de la dependencia de los mas vulnerables hacia los servicios y a la sociedad .Solo la desigualdad mundial se puede vencer con una educación eficiente, y digo eficiente porque esta es la que diferencia. El ciclo que se vive en muchos establecimientos municipalizados es vergonzante. Profesores no concientizados en enseñar con calidad a sus alumnos, los que en su gran mayoría son provenientes de familias disfuncionales, en donde la educación es suficiente hasta octavo y lo mejor de los casos hasta cuarto medio. Solo la educación puede provocar movilidad social en el sistema funcional. Por eso anhelo que las universidades generen profesionales lo suficientes aptos para enseñar. Sabiendo que la labor es compleja en un curso de 45 alumnos, pero en donde la diferencia solo puede hacerla un profesional comprometido con el aprendizaje de sus alumnos. Es urgente quebrar esa barrera existente, que solo en los colegios privados la educación es ubérrima. ¿como un carpintero puede anhelar a que su hijo pueda ser un profesional, si su ingreso le permite que su hijo estudie un una escuela pública ,en donde sus maestros no son lo suficientes capacitados ?.
Nuestra sociedad hace hincapié en el individualismo y la competitividad, donde se han perdido valores fundamentales que conllevan a la preocupación por el bienestar colectivo. El trabajo social es todo lo contrario a este paradigma, en donde su centro es el ser humano en su totalidad.-Mi profesión me permite ser un puente entre las personas con los servicios públicos -privados. Me permite ser apoyo y contención en situaciones estresante .Me permite ser facilitador de recursos, me permite educar a las personas no solo los vulnerables sino los que no poseen información en cuanto a sus derechos, me permite ser creativa, proactiva, sensible y sobre todo el comunicarme con personas. Me permite generar acciones que provoquen cambio .Me permite ser cientista social con voz propia, y no como repetidora de discursos ajenos, sino como verdadera agente social, que luche desde las instituciones por promover la validación de los derechos humanos de los sin voz, los que no son escuchados, siendo su reflejo .Me permite ser humana con mi prójimo.
Me vuelvo a convencer de que no hay otra profesión en el mundo que me gustaría más que la que tengo
Por Mulen y Punto.